Filipinas y Vietnam aún se están recuperando de los estragos que el tifón Kalmaegi dejó a su paso, desde su llegada a tierra firme a inicios de noviembre. Ahora, el este asiático enfrenta a un nuevo factor de riesgo: Fung-Wong. En Filipinas, las secuelas de este nuevo tifón dejaron al menos 25 muertos y desplazaron a 1.4 millones de personas.

Ahora, el fenómeno se encuentra en Taiwán. En el condado rural de Yilan, así como en el adyacente Hualien, se reportaron inundaciones por lluvias torrenciales, que generaron la evacuación de 8,000 personas y dejaron 51 heridos. Asimismo, se cerraron escuelas y oficinas ante la inminente llegada de la tormenta, prevista para este miércoles en la noche o la mañana del jueves.

La advertencia de las autoridades puso en alerta a 10 condados y ciudades. Se enfocaron en el sur y este del país, incluyendo el puerto de Kaohsiung, el condado de Pingtung y las ciudades costeras Tainan y Taitung. El Comando Central de Operaciones de Emergencia (CEOC) reportó 349 incidentes relacionados con el tifón, 99 de ellos inundaciones. 76 de ellas se concentraron en Yilan.

Después de azotar Filipinas, Fung-Wong perdió considerablemente su fuerza, degradándose a tormenta tropical. Registraba vientos sostenidos de hasta 108 km/h, con ráfagas de 137 km/h. La cifra disminuyó a vientos de 64,8 km/h y ráfagas de 90 km/h, informó la Agencia Meteorológica Central (CWA).