El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció este jueves la persistencia de lo que calificó como «amenazas militaristas» por parte de Estados Unidos en el mar Caribe durante 14 semanas consecutivas.

La denuncia se intensificó con el anuncio de la próxima llegada a la zona del portaaviones USS Gerald Ford, el más grande del mundo. Ante este escenario, Maduro afirmó que Venezuela es «imperturbable» y no se desviará de su camino hacia la «paz perpetua».

Escalamiento militar y respuesta Venezolana

Durante una visita a la Comuna Rural Parque Caiza, en el estado Miranda, el Jefe de Estado detalló la magnitud de la presencia militar estadounidense en la zona, mencionando la disposición de 15 barcos, 2,600 misiles y 100 aviones. El mandatario sentenció que, a pesar de estas acciones, «que los gringos hagan lo que les dé la gana», Venezuela seguirá trabajando para construir la «democracia directa y verdadera».

En este contexto, el presidente Maduro subrayó la preparación del Sistema de Defensa Integral venezolano, un «modelo militar original» diseñado para combatir ataques y amenazas extranjeras que, según Caracas, buscan perturbar la paz nacional.

Maduro reafirmó la solidez del modelo político, económico, social y militar instaurado por la Revolución Bolivariana. Indicó que, pese a lo que denominó «agresiones permanentes del imperio estadounidense», el país continuará avanzando «con firmeza hacia el desarrollo integral y la máxima felicidad de todos los sectores de la población venezolana».

El jefe de Estado también criticó a las élites estadounidenses, a quienes acusó de creerse superiores a los pueblos latinoamericanos y caribeños, incluyendo a venezolanos, colombianos, mexicanos y brasileros.

Maduro sostuvo que el imperialismo concibe la vida como «una película mala de Hollywood», donde los «supremacistas, Rambo, ganan todo» y los latinoamericanos son siempre retratados como los antagonistas. El mandatario finalizó su alocución afirmando que su país está «renaciendo como un milagro poderoso».