l presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, sostuvieron un encuentro de 45 minutos en Malasia al margen de la cumbre de la ASEAN, enfocado en reducir las tensiones comerciales y diplomáticas. Los mandatarios acordaron que sus equipos iniciarían negociaciones inmediatas para resolver el conflicto arancelario y tratar el tema de las sanciones impuestas por Washington a autoridades brasileñas.

El encuentro en Malasia sirvió para abordar las fricciones derivadas del arancel del 50 por ciento que Estados Unidos impuso a los productos brasileños, una medida que Brasilia considera «injusta» y «desproporcionada». Lula confirmó en redes sociales haber tenido una «excelente reunión» y anunció que los equipos técnicos «se reunirán de inmediato para buscar soluciones a los aranceles y las sanciones contra las autoridades brasileñas».

Por su parte, el presidente Trump calificó la reunión como satisfactoria: «Pienso que podremos lograr muy buenos acuerdos para ambos países. Siempre hemos tenido una buena relación y creo que continuará así», manifestó el republicano, quien se encuentra en el inicio de una gira asiática clave. En la reunión estuvieron presentes el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, y el representante comercial, Jamieson Greer.

Según el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Mauro Vieira, el presidente Lula solicitó formalmente a Trump el levantamiento de los aranceles y la suspensión de la Ley Magnitsky contra el juez del Supremo Tribunal Federal Alexandre de Moraes, su esposa y otros funcionarios. Moraes encabezó el proceso judicial que derivó en la condena del expresidente Jair Bolsonaro.

Aunque Trump evitó comentar si el caso judicial de Bolsonaro formó parte de la agenda, sí manifestó admiración por el exmandatario. Vieira calificó el diálogo de «distendido» y «muy alegre», destacando que Trump «dio instrucciones a su equipo para iniciar hoy mismo una negociación» sobre las cuestiones económicas y diplomáticas.

Además de la agenda comercial, Lula propuso a Trump que Brasil actúe como interlocutor en el conflicto entre Washington y Caracas, en medio de la escalada de tensiones en el Caribe.

«América Latina es una región de paz, y Brasil está dispuesto a ayudar a construir puentes de diálogo”, afirmó Vieira. El ministro explicó que Lula ofreció mediar para buscar «soluciones mutuamente aceptables y correctas» ante la ausencia de canales diplomáticos formales entre Estados Unidos y Venezuela. El presidente brasileño advirtió que «la región no puede convertirse en un campo de batalla entre Estados Unidos y sus adversarios», reforzando su intento por reposicionar a Brasil como un actor global clave para la estabilidad regional.