El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, afirmó que Moscú está «dispuesto» a iniciar un diálogo con Estados Unidos para abordar las recientes acusaciones del presidente Donald Trump sobre supuestas pruebas nucleares secretas subterráneas llevadas a cabo por Rusia.

Las tensiones entre las dos mayores potencias nucleares se han incrementado tras las declaraciones de Trump y las pruebas de sistemas de armas estratégicas rusos.

El mandatario estadounidense, Donald Trump, había acusado a Rusia de haber efectuado detonaciones nucleares en secreto, y no solo ensayos de sistemas de lanzamiento, lo cual es una práctica regular entre las potencias nucleares.

Lavrov negó categóricamente estas afirmaciones durante una entrevista televisada. «Estamos dispuestos a hablar sobre las sospechas planteadas por nuestros colegas estadounidenses sobre la posibilidad de que estemos haciendo algo en secreto en las profundidades del subsuelo», declaró el jefe de la diplomacia rusa.

El canciller ruso sugirió que Estados Unidos tiene la capacidad de verificar si Rusia ha probado una ojiva nuclear utilizando el sistema mundial de vigilancia sísmica, mecanismo diseñado para detectar este tipo de eventos.

Cumbre y la relación bilateral

La acusación de Trump, que también involucró a China, fue hecha a principios de este mes en una entrevista con la cadena estadounidense CBS News. Esto ocurrió después de que Trump aplazara indefinidamente una propuesta de cumbre con el presidente ruso, Vladímir Putin, sobre el conflicto en Ucrania, argumentando que no deseaba mantener conversaciones «para nada».

A pesar del contexto, Lavrov indicó que los temas de las pruebas nucleares y la cumbre no estaban relacionados. «No mezclaría el tema de las pruebas nucleares con el tema de la cumbre de Budapest», afirmó.

El ministro ruso también aseguró que el Kremlin sigue manteniendo abierta la posibilidad de una reunión entre Putin y Trump. La relación bilateral se ha tensado debido a la frustración expresada por Trump ante la negativa del líder ruso a detener su ofensiva en Ucrania.