La declaración fue hecha en una entrevista a la cadena CBS, donde el presidente respondió con seguridad al ser consultado sobre el futuro del régimen chavista.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó en una entrevista emitida el domingo que cree que los días de Nicolás Maduro como líder de Venezuela están contados, aunque desestimó los temores de una guerra inminente contra el país sudamericano.

La declaración se produjo mientras Estados Unidos intensifica su despliegue militar en el Caribe, con navíos y personal que han llevado a cabo múltiples ataques contra presuntas embarcaciones de tráfico de drogas, causando decenas de muertes, una acción que genera controversia internacional.

En su entrevista con la cadena CBS, Trump fue consultado directamente sobre si los días de Maduro como líder del país estaban contados. El mandatario respondió: «Diría que sí. Creo que sí». Sin embargo, al preguntarle si Estados Unidos entraría en guerra con Venezuela, el presidente declaró: «Lo dudo. No lo creo».

Maduro, quien está acusado de narcotráfico en Estados Unidos, ha denunciado que Washington utiliza el combate al tráfico de drogas como un pretexto para «imponer un cambio de régimen» en Caracas y apoderarse del petróleo venezolano.

Ataques en el Caribe continúan generando controversia

La presencia militar estadounidense en el Caribe ha sido escenario de más de 15 ataques contra embarcaciones en las últimas semanas, tanto en el Caribe como en el Pacífico, con un saldo de al menos 65 muertes. Expertos en derecho internacional han afirmado que estos ataques, que se iniciaron a principios de septiembre, podrían constituir ejecuciones extrajudiciales, incluso si tienen como objetivo a traficantes conocidos.

Hasta el momento, Washington no ha presentado públicamente evidencia que respalde que sus objetivos estuvieran traficando narcóticos o que representaran una amenaza directa para Estados Unidos, lo que alimenta las críticas sobre la legalidad de los procedimientos.

Marines realizan maniobras de desembarco

En paralelo a estas operaciones, el Cuerpo de Marines de Estados Unidos llevó a cabo entrenamientos que incluyeron maniobras de desembarco e infiltración en territorio puertorriqueño. El Pentágono, a través de un comunicado difundido por el Comando Sur (SOUTHCOM), confirmó que la Vigésimo Segunda Unidad Expedicionaria de Marines realizó «operaciones de entrenamiento en Puerto Rico».

El ejercicio incluyó el uso de un LCAC —aerodeslizador para el transporte de tropas— para efectuar un desembarco anfibio con apoyo de helicópteros de transporte y ataque. El comunicado de SOUTHCOM explicó que las fuerzas militares están desplegadas en el Caribe en apoyo a la misión de desarticular el tráfico ilícito de drogas y «proteger la patria», cumpliendo con las prioridades del Presidente. El aumento de este despliegue se da en un contexto de intensificación de los temores ante una posible acción armada contra el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.