Cinco muertos provocó un tiroteo en un rascacielos de Nueva York cuando un hombre armado ingresó al edificio en Manhattan y disparó a mansalva, y tras acabar con la vida de cuatro personas y herir a otra de gravedad acabó con su vida con su propia arma.

El incidente, que ocurrió en hora punta, generó caos en una de las zonas más transitadas de Nueva York, afectando a empleados de empresas como la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), Blackstone y KPMG, que tienen sus oficinas en el edificio.

El tiroteo comenzó cuando Shane Tamura, un hombre de 27 años originario de Las Vegas, estacionó su BMW negro en doble fila frente al rascacielos de 44 pisos, ubicado en 345 Park Avenue, en Midtown Manhattan.

Armado con un rifle tipo AR-15, ingresó al vestíbulo del edificio y abrió fuego. La primera víctima fue Didarul Islam, un inmigrante de Bangladesh y oficial de policía de 36 años que trabajaba como seguridad en el edificio.

Tamura continuó disparando en el vestíbulo, matando a una mujer que buscaba refugiarse tras una columna y a un guardia de seguridad que se escondía detrás de un mostrador. Un cuarto hombre resultó gravemente herido y fue trasladado al Hospital Presbiteriano de Nueva York, donde permanece en estado crítico pero estable.

Posteriormente, el atacante tomó un ascensor hasta el piso 33, donde disparó mortalmente a otra mujer en las oficinas de Rudin Management, la empresa inmobiliaria propietaria del edificio, antes de quitarse la vida con un disparo en el pecho.

El pistolero fue identificado como Shane Tamura, de 27 años, residente de Las Vegas con antecedentes documentados de problemas de salud mental.

Tamura condujo desde Nevada hasta Nueva York en los días previos al ataque, pasando por Colorado, Nebraska, Iowa y Nueva Jersey.

Las autoridades encontraron en su vehículo un estuche de rifle, un revólver cargado, municiones, una mochila y medicamentos recetados a su nombre.

El ataque ocurrió en el 345 de Park Avenue, un edificio de oficinas situado en una de las zonas más transitadas del centro de Manhattan, a pocas cuadras al norte de la estación Grand Central y a una cuadra al este de la Catedral de San Patricio.

En ese mismo edificio funcionan las oficinas de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), la desarrolladora inmobiliaria Rudin, las firmas financieras KPMG y Blackstone, así como el consulado general de Irlanda.